miércoles, 18 de marzo de 2009

LOS PADRES FUNDADORES DE LA MICROECONOMIA

Aunque la palabra "microeconomía" sea de origen relativamente reciente, el proceso que designa tiene una larga historia de más de un siglo, ya que se ve primero aparecer y más tarde imponer las tesis marginalistas, que son la base de la actual microeconomía.
El estudio de la génesis de ciertas nociones esenciales permite con frecuencia conocer mejor su significación, de tal manera que se empezará por recordar el procedimiento teórico de los marginalistas, como "padres fundadores" de la microeconomía. A continuación se verá como tomó forma definitiva en los años treinta y cuarenta de este siglo, bajo la influencia de circunstancias históricas, pero también por el desarrollo de un cierto número de resultados matemáticos importantes.
A mediados del siglo XIX se vio aparecer en varios países de Europa una corriente de ideas que, haciendo a un lado consideraciones de tipo histórico e institucional, pero también formas de organización de la producción, se proponía explicar el valor de los bienes a partir de la sicología individual. Dicho de otra manera, la concepción "objetiva" del valor - construida sobre los costos de producción, particularmente en trabajo - se abandonó en beneficio de un enfoque "subjetivo" basado en el comportamiento del consumidor, determinado por sus "gustos" y sus recursos.
Para quienes son los fundadores de esta nueva corriente, el inglés Stanley Jevons (1835-1882), el austríaco Karl Menger (1840-1921) y el francés León Walras (1834-1921), existiría, mas allá de la diversidad de los gustos individuales, una ley psicológica, según la cual la satisfacción lograda mediante el consumo de un bien aumenta con el incremento del consumo, pero tal aumento de satisfacción se produce a un ritmo cada vez más débil, de tal manera que se presenta una saturación progresiva, pero jamás total.
Tal "ley psicológica", que para algunos como Jevons se explica por razones meramente sicológicas, ha sido denominada ley de la utilidad marginal decreciente; en este caso la palabra "utilidad" designa la satisfacción o el placer conseguido, en tanto que el adjetivo "marginal" subraya el hecho de que la utilidad de la última unidad consumida disminuye en tanto el consumo aumenta.
Los marginalistas -así se denominará a los partidarios de la ley de la utilidad marginal decreciente- van a emplear tal "ley" para explicar el valor de los bienes, apoyándose en la idea según la cual los individuos procuran obtener la mayor satisfacción posible, es decir tienen un comportamiento hedonista, y son racionales, o sea, actúan buscando tal objetivo.
En la medida en que un individuo ha determinado la canasta de bienes que maximiza su utilidad procura adquirirla y formula entonces demandas por cada uno de ellos. Tales demandas dependen evidentemente del precio de estos y se representan generalmente por una curva -(Cournot[1801-1877]) ha sido el primero en utilizar tal representación, pero es Walras primero y sobre todo después Marshall[1842-1924], quienes han resaltado el lazo entre demanda y maximización de utilidad-.
La actual microeconomía ha tomado forma progresivamente en los años treinta y cuarenta. Para dar un peso fundamental a la coherencia del discurso, en detrimento incluso de su aspecto "empírico", la microeconomía ha concedido un lugar preponderante a las matemáticas, con el propósito de inferir "leyes" a partir de comportamientos maximizadores individuales y de sus interdependencias. Dos autores han jugado en esta perspectiva un papel fundamental: Hicks (1904-1989)y Samuelson (1915- ), los dos laureados con el premio Nobel. También la microeconomía actual ha sido influenciada por toda una corriente de pensamiento que, frente a la gran crisis de los años treinta se preguntaba sobre la mejor manera de coordinar las acciones individuales, ya sea por el mercado, por la planificación o por una mezcla de los dos.
AUTOR: Bernard Guerrien
Tomado del libro:
MICROECONOMIA
Fuente:

No hay comentarios:

Publicar un comentario